El 30 de octubre de 1910 nacía en Orihuela Miguel Hernández, el poeta del pueblo. Su nombre va siendo unido al de Josefina Manresa, la mujer que con su vida protegió el legado del poeta. Una historia así de bonita tiene que ser contada en clase. Ya lo dijo otro gran poeta, Pablo Neruda, " ...a Miguel Hernández que desapareció en la oscuridad y recordarlo a plena luz, es un deber de amor".
Miguel Hernández, pastor y poeta, cayó preso en la cárcel por su participación en la Guerra Civil apoyando al gobierno republicano. Allí iba a visitarle su mujer, Josefina Manresa, una mujer fuerte y comprometida nacida en Quesada, un pueblo de Jaén. Juntos trabajaron, crearon, compartieron... Su papel en la conservación de la obra del poeta fué definitiva. Ella iba a visitarle, le llevaba alimento y palabras, le llevaba leche...
Y en la tapa de la lechera, en un compartimento secreto, escondía Josefina cartas y poemas, y así la obra de Miguel seguía volando libre, fuera de los barrotes de la cárcel.
Cuando el poeta murió en 1.942, ella dedicó su vida a la preservación y conservación de su obra, escondida en un antiguo baúl de su madre.
Con el tiempo se inaugura en Quesada, ciudad natal de Josefina, el museo Miguel Hernández - Josefina Manresa, un espacio vivo en el que se conservan poemas, libros, cartas, todo el legado que Josefina protegió durante tantos años con su vida.
El museo es un precioso espacio que de verdad, merece la pena visitar. Aquí tenéis un pequeño montaje con fotografías de una de las veces que he tenido la suerte de poder visitarlo:
En las clases de 4º hemos contado esta maravillosa historia de amor y versos, y hemos decidido realizar un homenaje personal en el cumpleaños del poeta.
En primer lugar, hemos usado café soluble para envejecer una hoja, para que se parezca lo más posible a el tipo de papel sobre el que tuvo que escribir Miguel Hernández en prisión.
Una vez envejecido el papel, empezamos a decorar nuestras cajitas, nuestros "compartimentos secretos", como el de la lechera de Josefina.
Recortamos y damos forma a nuestras cajas, en las que esconderemos los poemas:
Ya sólo nos queda ponerle una etiqueta con el nombre de Josefina, la guardiana de las palabras...
Ya tenemos nuestras cajitas sorpresa listas para entregárselas a las familias...
La valentía de Josefina, la obra de Miguel... sus poemas y cartas, entreveradas en el tiempo. Seguimos aprendiendo en clase, seguimos creciendo en igualdad.
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